En el marco del Aniversario luctuoso de Ignacio Ramírez "El Nigromante", el Centro de Investigación en Ciencias Jurídicas, Justicia Penal y Seguridad se complace en colaborar con las actividades en honor de este gran personaje que formó parte de nuestra casa universitaria.
Este miércoles 15 de junio, se llevó a cabo el Coloquio "El legado político, ideológico y periodístico de Ignacio Ramírez Calzada", tuvo lugar en el auditorio Dr. Francisco Velázquez Mejía del Centro de Investigación en Ciencias Jurídicas, Justicia Penal y Seguridad Pública.
Se contó con la presentación de tres reconocidos profesores, con amplio conocimiento sobre la vida de El Nigromante; el Dr. Pascacio José Martínez Pichardo (Facultad de Derecho), el Mtro. Bernardo Aguilar Rodríguez (Facultad de Ciencias Políticas y Sociales) y la Dra. Alejandra Flores Martínez. Participando como moderador de la mesa del coloquio el Dr. Felipe Carlos Betancourt Higareda.
Este miércoles 15 de junio, se llevó a cabo el Coloquio "El legado político, ideológico y periodístico de Ignacio Ramírez Calzada", tuvo lugar en el auditorio Dr. Francisco Velázquez Mejía del Centro de Investigación en Ciencias Jurídicas, Justicia Penal y Seguridad Pública.
Se contó con la presentación de tres reconocidos profesores, con amplio conocimiento sobre la vida de El Nigromante; el Dr. Pascacio José Martínez Pichardo (Facultad de Derecho), el Mtro. Bernardo Aguilar Rodríguez (Facultad de Ciencias Políticas y Sociales) y la Dra. Alejandra Flores Martínez. Participando como moderador de la mesa del coloquio el Dr. Felipe Carlos Betancourt Higareda.
Ignacio Ramírez
Reseña biográfica
Recuperada de archivos académicos
Universidad Autónoma del Estado de México
Originario de San Miguel el Grande, Guanajuato, el 22 de junio de 1818, Ignacio Ramírez fue uno de los profesores de mayor renombre en el Instituto Literario de Toluca, en donde tuvo como alumnos a Ignacio Manuel Altamirano y Juan A. Mateos.
También en Toluca, Ramírez enfrentó con éxito un proceso judicial por delitos de imprenta que le instruyó el gobierno de don Mariano Riva Palacio.
El Nigromante llegó a Toluca en 1846, invitado por don Francisco Modesto de Olaguíbel a formar parte de su gobierno como Secretario de Guerra y Hacienda. Ese año, presentó su examen recepcional ante magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México para obtener el título de abogado.
Vivía en el Callejón de los Gallos, que era el nombre que llevaba la calle de Toluca que hoy se llama Nigromante. En ese tiempo conoció a la señorita Soledad Mateos Losada, hija de don Remigio Mateos, con quien habría de casarse el 17 de mayo de 1847, en la parroquia del cura Buenaventura Merlín. Tuvieron cinco hijos, dos de los cuales fueron toluqueños.
En 1846, el gobernador Olaguíbel suprimió las alcabalas, prohibió las peleas de gallos, concedió más facultades a los ayuntamientos y reabrió el Instituto Literario, que llevaba diez años clausurado, por orden del gobierno centralista de Antonio López de Santa Ana. También elaboró una ley, inspirada por El Nigromante, que disponía que cada ayuntamiento del Estado enviara un alumno pobre a estudiar en el Instituto.
En enero de 1848, el ejército norteamericano de invasión llegó a Toluca y el gobierno de Olaguíbel tuvo que dispersarse, Ramírez, tras breve estancia en Tlaxcala, volvió a Toluca para vivir de su profesión de abogado.
En enero de 1850, al inaugurarse las clases del Instituto Literario, Ramírez ingresó como profesor de derecho, bajo la dirección de otro ilustre liberal: Felipe Sánchez Solís.
Ignacio Manuel Altamirano, que fue su discípulo, describe aquella clase como un repaso enciclopédico de todos los temas que Ramírez hacía, so pretexto de analizar las obras literarias, al tiempo que difundía entre sus alumnos las ideas fundamentales del liberalismo.
En abril de 1850, El Nigromante publicó un periódico político, llamado Temis y Deucalión, para combatir la política del gobernador Riva Palacio, a quien identificaba con los moderados, y para apoyar a los radicales en las elecciones de diputados locales.
En ese periódico, Ramírez escribió su famoso artículo titulado A los indios, de tres cuartillas, en el que hacía un vehemente llamado a la población indígena a que se rebelara contra sus opresores y votara por los radicales. El gobierno tomó el artículo como una provocación y ordenó inmediatamente al fiscal de Toluca, Eulogio Barrera, que presentara denuncia por sedición, calumnias e incitación a la violencia. Al comparecer ante el juez Manuel Gracida, el fiscal sostuvo únicamente el tercer cargo y eliminó los primeros dos, por no tener elementos de prueba.
El proceso duró una semana y El Nigromante defendió brillantemente su causa. Al final, resultó absuelto, por ocho votos contra dos, por un jurado popular integrado por diez vecinos de Toluca.
A pesar de esa victoria legal, la vida de Ramírez se volvió difícil en Toluca. Aunque fue electo como síndico del ayuntamiento local y continuaba dando clases en el Instituto, la presión de los moderados, que se habían instalado en el gobierno, fue cada vez más fuerte, hasta que finalmente, en 1852, Sánchez Solís dejó la dirección del colegio y Ramírez renunció como síndico y como catedrático y aceptó una invitación del Gobernador de Sinaloa para colaborar con él como secretario de gobierno.
Así fue como salió de Toluca el profesor Ignacio Ramírez, famoso posteriormente en liceos y academias de la ciudad de México.
Bibliografía:
Universidad Autónoma del Estado de México. (s/f). Recuperado el 15 de junio de 2016, a partir de http://web.uaemex.mx/ideario/pdiuae/pdiuae34.html
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